Mi madre es un caso extra-impresionantemente especial. Es una incógnita para mi racionalidad. No puedo llegar a comprenderla jamás, es como un enigma de la historia personal. Créanme, lo he intentado a diario, siempre surgen preguntas como: ¿en verdad es así? ¿qué habrá pasado en su vida que la orilló a ser así? ¿habrá tenido una vida difícil o rechazada? ¿qué cosas pasan por su mente? ¿porqué es tan incoherentemente irónica? ¿se pueden combinar los adjetivos incoherente e irónico? ¿porqué si ha llevado una vida chida, se comporta como si no? ¿será posible que yo pueda hacer un análisis pricológico a mi mamá? ¿porqué es tan rara?. Chale, son muchas preguntas, que quizás lleguen a caer en lo irracional, pero si ustedes viejos compañeros de la lectura convivieran con una madre (la única) tan racionalmente
irracional, serían ustedes los que terminaran por locos.
Una de las características más intrínsecas de mi madre es su magna hueva. Reconozco que trabaja mucho, que se "parte el lomo" (frase donada por miles de generaciones de madres mexicanas) en su trabajo. Pero conozco madres de familia que por el inmenso amor que le tienen a sus hijos, son capaces de realizar miles de actividades a la vez. Mi madre no, mi mamá jamás cocina, y jamás hace limpieza; por lo cual, se ha convertido en una responsabilidad obligada de la hija, ya que el hijo se la dedica a engordar cada vez más e insultar a la hija.
Como bien ahora sabemos, la hija, Cinthia, es la única encargada del mantenimiento de la limpieza, pero a su edad se las ha arreglado para sólo realizar precisa actividad los sábados en la mañana. Entonces los sábado en la mañana, mamá está totalmente desocupada de deberes, a lo cual su día se comprime a: levantarse muy muy tarde, echar la hueva, ver cualquier pendejada en la tele encerrada en su muy oscuro cuarto, y a veces, muy pocas veces, lavar la ropa ( la de ella y la de su también huevón hijo). Mientras Cinthia lava los pilares enormes de trastes sucios, el mugrero de las mesas, el cochambre de la estufa y lo pegostioso del suelo, su madre pasa a su lado, como si no pasara nada.
Cuando se da cuenta de la actividad de limpieza, prefiere irse a la hamaca que puso en el patio delantero, para "no estorbar".
Sale Cinthia a sacar la basura, la que se recicla, y mamá está en la hamaca, echada.
Bueno, no hace nada, pero almenos no estorba. Luego si.
Ayer sábado, vino mi tía, y estaba ella disfrutando el día en la hamaca predilecta de mi mamá. Me paré frente a ella y le dije: como que me dan ganas de sentarme en la hamaca. Me contestó que lo hiciera. Al principio me dio miedo, que tal si se rompía, si nos caíamos. Me senté.
A los 20 segundos de haberme sentado, caímos. Fue una caída impredecible, seca, dura.
No me pude concentrar en el horrible dolor que me estaba causando en el coxis y en la cabeza por pensar en la satisfacción que me dio haber sido la responsable de haber roto la hamaca predilecta de mi mamá, al mismo tiempo de haberme sentido muy mal por la caída y el golpe en el codo que le causé a mi adorada tía.
Qué cosas. El día de hoy, mi mamá reforzó la hamaca.
domingo, 23 de mayo de 2010
martes, 18 de mayo de 2010
Borrador

Estoy sentada en la silla. No, más bien estoy incrustada e inerte en la silla. Lo único que verdaderamente puedo percibir de la realidad, son mis nalgas adormecidas por la falta de circulación y el fuerte dolor de estómago que me hace estremecerme por dentro, sólo por dentro.
Que lamentable, ahora mismo podría estar haciendo algo de provecho, podría usar este estúpido tiempo para mi provecho personal, y quizás para llegar a ser reconocida en algún lado por haberlo hecho. No sé, infinidad de opciones; videos, fotografía, textos, arte, dibujo, etc. Y no, nada más pienso en lo incrustada y lamentable que me siento, y me siento. Y eso me hace pensar en mi banal existencia: ¿para qué estoy aquí si no es para crear?
Crear, crear, crear. ¿Cuál es el verdadero sentido de la vida? Supongo que cada quien le da sentido a su vida, cada quien toma el estilo de vida que quiere. ¿Cuál es mi verdadero sentido de vida? ¿el de crear?, y si no estoy creando, ¿cuál es el segundo sentido de mi vida? ¿El amor?, ¿¡EL AMOR!? Por favor, qué es el amor para mí, sino más que una compañía permanente, un testigo eterno de lo que yo considero felicidad e infelicidad. Quizás no, quizás es mucho mejor que eso. Es más bien un beso cálido en la mejilla, es perderme en esos ojos que no tienen chiste, es haber recorrido cada milímetro del cuerpo con la mirada, con el zoom sensorial, con el tacto a distancia, con el deseo reprimido y ahogado de abundancia.
Pero, entonces, ¿cuál es la prioridad?, ¿el crear o el amor? Escepticismo. Secreto, misterio. El amor es aún un gran secreto para mí, que tengo la enorme ansía de conocerlo, de reconocerlo. El crear es la sustitución máxima del sentimiento, es arrancar el deseo del alma para contemplarlo en una hoja, en un recuerdo. Por la misma razón de que quizás no llegue a conocer el amor, es la misma razón por la cual quizás toda mi vida me la pase creando.
Pero no ahora. No ahora que estoy incrustada aquí.
domingo, 2 de mayo de 2010
Esta es la razón

Esta es la razón por la cual mi madre enfurecida, desplazó el hábitat de nuestros gatos al patio trasero de nuestra casa. Esta es la razón por la cual ellos nos tienen gran resentimiento y a veces no se dejan acariciar. Esta es la razón por la cual tenemos más de 12 gatos, esparcidos por toda la colonia. Es la razón por la cual cada vez que paso por calles diferentes me encuentro gatos que hace apenas unos años vivían con nosotros. Es la razón por la cual cuando nacen nuevos gatos, las gatas resentidas se los llevan a otro lado, para que nosotros jamás logremos conocerlos. Es la razón por la cual los vecinos nos odia. Quizás sea la razón por la cual, seamos demandados.
Una mordida.
sábado, 20 de marzo de 2010
Estaba a punto de ir a Francia. Mi hermano ya había convencido a mi padre de ya irnos, y dejarnos todo pagado. Ya le había firmado los papeles. Todo iba a la perfeción. Jamás en mi vida me había llevado tan bien con mi hermano como para que me dejara acompañarlo a Francia. ¡A Francia! Dios mio santo, uno de mis mayores sueños se estaba cumpliendo.
Estábamos los tres sentados, nosotros dos frente a nuestro padre. Le pedí la vieja cámara análoga que siempre quise y jamás me cedió. Me dijo que me la daría inmediatamente, pero que uno de sus hijos (mis medios hermanos) debían tenerla. Le pregunté si podría llegar a conocerlos, nunca los he visto. Regresando al tema, mi padre ya estaba cediendo todo para que mi hermano y yo nos fuéramos inmediatamente a Francia. ¡A Francia!
¡Ya! Ya estábamos levantándonos de nuestras sillas para así despedirnos de papá, cuando en eso algún chillón sonido retumba en mis oídos. No lo puedo creer. NO LO PUEDO CREER.
Era un mensaje, un puto mensaje de mi acosador ex novio.
Siempre chingando en los mejores momentos, jajaja siempre.
Puedo decir, que un día estuve a punto de ir a Francia. ¡A Francia!
Estábamos los tres sentados, nosotros dos frente a nuestro padre. Le pedí la vieja cámara análoga que siempre quise y jamás me cedió. Me dijo que me la daría inmediatamente, pero que uno de sus hijos (mis medios hermanos) debían tenerla. Le pregunté si podría llegar a conocerlos, nunca los he visto. Regresando al tema, mi padre ya estaba cediendo todo para que mi hermano y yo nos fuéramos inmediatamente a Francia. ¡A Francia!
¡Ya! Ya estábamos levantándonos de nuestras sillas para así despedirnos de papá, cuando en eso algún chillón sonido retumba en mis oídos. No lo puedo creer. NO LO PUEDO CREER.
Era un mensaje, un puto mensaje de mi acosador ex novio.
Siempre chingando en los mejores momentos, jajaja siempre.
Puedo decir, que un día estuve a punto de ir a Francia. ¡A Francia!
jueves, 18 de marzo de 2010
¿Cómo es posible?, la relatividad del tiempo en las últimas décadas han sido revolucionarias, devastadoras y progresistas. Cada vez más la ironía reina intrínsicamente la vida. O mi vida. No lo sé, sólo sé que cada día que pasa, pienso en la ironía, cada día que pasa, amo la ironía.
Es la salsa de la vida, ¡qué sabrozura!
jajaja ese comentario fue demasiado. Volviendo al punto, quiero decir que desde un análisis cronológico a través de las décadas, sobre los avances tanto tecnológicos como sociales, podremos percatarnos sobre los constantes y frecuentes cambios que podemos presenciar. Devastaciones, revueltas, política, drama, cambios climáticos, el acercamiento a profecías del 2012 y las variantes teorías al respectos, descubrimientos, avances etimológicos constantes, etc.
Antes, no era muy común que en periódos de poco tiempo hubiesen tantos cambios, tan drásticos, tan extremos. Ahora el umbral de sorpresa cada vez se va reduciendo.
La ciencia ficción de épocas pasadas, cada vez más se vuelven realidad.
¿Acaso seremos afortunados por presencias todos estos cambios? ¿Acaso nos importa?
Es la salsa de la vida, ¡qué sabrozura!
jajaja ese comentario fue demasiado. Volviendo al punto, quiero decir que desde un análisis cronológico a través de las décadas, sobre los avances tanto tecnológicos como sociales, podremos percatarnos sobre los constantes y frecuentes cambios que podemos presenciar. Devastaciones, revueltas, política, drama, cambios climáticos, el acercamiento a profecías del 2012 y las variantes teorías al respectos, descubrimientos, avances etimológicos constantes, etc.
Antes, no era muy común que en periódos de poco tiempo hubiesen tantos cambios, tan drásticos, tan extremos. Ahora el umbral de sorpresa cada vez se va reduciendo.
La ciencia ficción de épocas pasadas, cada vez más se vuelven realidad.
¿Acaso seremos afortunados por presencias todos estos cambios? ¿Acaso nos importa?
miércoles, 17 de marzo de 2010
Soy una descarada, desvergonzada, una malcriada. Sólo cuando estoy sola. Cuando hay compañía, sólo puedo limitarme a ser vulgar con las palabras y algunos gestos como apoyo visual; hay que guardar algo de compostura.
Cuando estoy sola, no hay quien me ponga en mi lugar. Debería haber alguien, no deberían dejarme sola, haciendo y deshaciendo.
Soy una descarada por que cuando me llega la necesidad de ir al baño, antes de llegar a él, siempre me bajo los pantalones para dejar ver mi desnudo cuerpo pasando a lado de la ventana más grande de mi casa, donde se sabe, es una de las más transitadas de la colonia.
Hago todo esto para jugar con el destino, haber quién me cacha, haber quién se atreve a verme, haber si se puede tantear con la gente. Haber si el destino manda alguien en el momento justo.
Debería, pero nunca pasa nada. Nunca y siempre son palabras de mucho poder, pero de poca predictibilidad.
¿Qué pasará el día en qué alguien descubra mi avergonzante secreto? ¿Qué cosas pasaran por mi mente? ¿Qué extrañas sensaciones experimentará mi sistema nervioso?
Me merezco más que eso.
Cuando estoy sola, no hay quien me ponga en mi lugar. Debería haber alguien, no deberían dejarme sola, haciendo y deshaciendo.
Soy una descarada por que cuando me llega la necesidad de ir al baño, antes de llegar a él, siempre me bajo los pantalones para dejar ver mi desnudo cuerpo pasando a lado de la ventana más grande de mi casa, donde se sabe, es una de las más transitadas de la colonia.
Hago todo esto para jugar con el destino, haber quién me cacha, haber quién se atreve a verme, haber si se puede tantear con la gente. Haber si el destino manda alguien en el momento justo.
Debería, pero nunca pasa nada. Nunca y siempre son palabras de mucho poder, pero de poca predictibilidad.
¿Qué pasará el día en qué alguien descubra mi avergonzante secreto? ¿Qué cosas pasaran por mi mente? ¿Qué extrañas sensaciones experimentará mi sistema nervioso?
Me merezco más que eso.
domingo, 2 de agosto de 2009
Sueño Frustrado
Recuero un buen de cosas de cuando era niña. Fui una niña interesante que a nadie le pareció interesante, y no fui nada normal, de lo cual hasta ahora me doy cuenta.
Desde niña, ya tenía algunas raras habilidades que desarrollé durante mi proceso educativo frente a la televisión mexicana: telenovelas de las 4 y 7 de la tarde (las infantiles y juveniles) de las cuales mi madre me castigaba y yo odiaba que me las prohibiera cuando me portaba mal, casos de la vida real (las del principio eran las mejores), y sobretodo Laura en América.
Gracias a ese repertorio de escenificación realista de la vida en latinoamérica, es que empecé a tenes análisis psicológicos de los personajes, de comportamientos, de causas y efectos, de los cuales solo algunas crueles historias llegaban a arrancarme una que otra lágrima, en vano claro, ya que todo eso no era real.
Recuerdo muy bien que describía las situaciones y hasta ya sabía lo que iba a pasar. Nunca compartí mis pensamientos, y mucha pena me daba decir que veía esos programas, ya que iba en escuelas de paga donde las muchachitas debían ser fresitas y ver o comentar sólo de las novelas juveniles, apesar de ser más chicas de la edad.
Jugábamos en los recreso a Sailor Moon, Power Rangers (jajaja los poderosos guardabosques), etc. de los cuales no me gustaban jugar mucho porque siempre le daban el papel de la protagonista a la más bonita o manipuladora de mi salón, y yo siempre terminaba por irme a otro lado o esperar a que el corto recreo acabara.
Así es la cosa cuando eres niña, te dan asco los niños (hasta tocarlos o rosar con ellos), si no eres la niña más bonita o manipuladora no eres nadie y ni siquiera tienes el derecho de "juntar" o "desjuntar" a las demás niñas, mandas cartas cursis a tus "amiguis" con dibujos ñoños, etc. etc. etc.
Me parece que una de las etapas donde más crueldad hay es en la infancia, los niños entre sí son muy crueles unos con otros, son más discriminativos, burlones, chocantes, envidiosos, etc.
Y yo era una niña de lo más equis entre las niñas, ni bonita ni fea, no era gorda, no tenía la millonada, no llevaba lunch, ni dinero para la cafetería, no sabía dibujar, no me peinaba bonito, no veía las mejores novelas, no tenía los cassettes de britney spears, ni de fey, ni de kabah, y no estaba entre los abanderados de la escuela, para lo que concluimos que no era especial entre los míos. Pero aún así, hacía mis debralles psicológicos dentro de lo cabe en mi imaginación, con la cual hacía mis telenovelas mentales que al llegar a casa y estar sola, yo misma protagonizaba mis novelas, tenía bebés, novios que me abandonaban, lloraba por el abandono con un hijo hecho del suéter de la escuela, golpeaba mujeres que querían arruinar mi felicidad, luchaba por el amor de un hombre imposible, y miles miles de etcéteras.
Desde ahí me llamó mucho la atención la actuación, que desde niña siempre quise ser actriz de telenovelas mexicanas, donde yo según yo, sería la más chingona. Cuando cumplí los 8 años, mis padres como todos típicos adultos que no saben entablar conversaciones con niños, me preguntaron un día que qué era lo que yo quería ser de grande; con toda mi seguridad y orgullo les contesté que quería ser actriz y salir en la tele, y ellos, como todos unos expertos en romper las grandes ilusiones de su hija me contestaron que "para llegar a ser lo que quieres, es necesario que te acuestes con los productores de las novelas, mejor busca otra cosa que quieras hacer".
Desde ahí, mi sueño más frustrado ha sido de las cosas más reprimidas dentro de mi, y una de las causas de mi gran pánico escénico que no puedo evitar delante de un número de personas. Gracias papás.
Desde niña, ya tenía algunas raras habilidades que desarrollé durante mi proceso educativo frente a la televisión mexicana: telenovelas de las 4 y 7 de la tarde (las infantiles y juveniles) de las cuales mi madre me castigaba y yo odiaba que me las prohibiera cuando me portaba mal, casos de la vida real (las del principio eran las mejores), y sobretodo Laura en América.
Gracias a ese repertorio de escenificación realista de la vida en latinoamérica, es que empecé a tenes análisis psicológicos de los personajes, de comportamientos, de causas y efectos, de los cuales solo algunas crueles historias llegaban a arrancarme una que otra lágrima, en vano claro, ya que todo eso no era real.
Recuerdo muy bien que describía las situaciones y hasta ya sabía lo que iba a pasar. Nunca compartí mis pensamientos, y mucha pena me daba decir que veía esos programas, ya que iba en escuelas de paga donde las muchachitas debían ser fresitas y ver o comentar sólo de las novelas juveniles, apesar de ser más chicas de la edad.
Jugábamos en los recreso a Sailor Moon, Power Rangers (jajaja los poderosos guardabosques), etc. de los cuales no me gustaban jugar mucho porque siempre le daban el papel de la protagonista a la más bonita o manipuladora de mi salón, y yo siempre terminaba por irme a otro lado o esperar a que el corto recreo acabara.
Así es la cosa cuando eres niña, te dan asco los niños (hasta tocarlos o rosar con ellos), si no eres la niña más bonita o manipuladora no eres nadie y ni siquiera tienes el derecho de "juntar" o "desjuntar" a las demás niñas, mandas cartas cursis a tus "amiguis" con dibujos ñoños, etc. etc. etc.
Me parece que una de las etapas donde más crueldad hay es en la infancia, los niños entre sí son muy crueles unos con otros, son más discriminativos, burlones, chocantes, envidiosos, etc.
Y yo era una niña de lo más equis entre las niñas, ni bonita ni fea, no era gorda, no tenía la millonada, no llevaba lunch, ni dinero para la cafetería, no sabía dibujar, no me peinaba bonito, no veía las mejores novelas, no tenía los cassettes de britney spears, ni de fey, ni de kabah, y no estaba entre los abanderados de la escuela, para lo que concluimos que no era especial entre los míos. Pero aún así, hacía mis debralles psicológicos dentro de lo cabe en mi imaginación, con la cual hacía mis telenovelas mentales que al llegar a casa y estar sola, yo misma protagonizaba mis novelas, tenía bebés, novios que me abandonaban, lloraba por el abandono con un hijo hecho del suéter de la escuela, golpeaba mujeres que querían arruinar mi felicidad, luchaba por el amor de un hombre imposible, y miles miles de etcéteras.
Desde ahí me llamó mucho la atención la actuación, que desde niña siempre quise ser actriz de telenovelas mexicanas, donde yo según yo, sería la más chingona. Cuando cumplí los 8 años, mis padres como todos típicos adultos que no saben entablar conversaciones con niños, me preguntaron un día que qué era lo que yo quería ser de grande; con toda mi seguridad y orgullo les contesté que quería ser actriz y salir en la tele, y ellos, como todos unos expertos en romper las grandes ilusiones de su hija me contestaron que "para llegar a ser lo que quieres, es necesario que te acuestes con los productores de las novelas, mejor busca otra cosa que quieras hacer".
Desde ahí, mi sueño más frustrado ha sido de las cosas más reprimidas dentro de mi, y una de las causas de mi gran pánico escénico que no puedo evitar delante de un número de personas. Gracias papás.
domingo, 26 de julio de 2009
Michael Jackson
Vivo en donde no quiero vivir. Donde a causa de la muerte de Michael Jackson tengan que pasar programaciones acerca de él, de su vida, de sus videos en la televisión. La televisión es absurda, sobre todo la televisión mexicana, si no es que todos los medios masivos en México. Yo solía amar a México, lo amo, pero odio que seamos jodidos; jodidos que queremos penetrar en una sociedad que no nos pertenece, que queremos ser parte de algo de lo que jamás seremos: Estados Unidos y Europa. Sociedades de consumismo excesivo, Europa tiene un poco más de ventaja a causa de su repentina preocupación por el medio ambiente. Estados Unidos, se queda atrás, locos.
Todos estamos locos. Michael Jackson me caía mejor cuando era negro, aún así no debería tener tanta importancia la muerte de un personaje popular que poseía millones de dólares, y que era acusado de abusar sexualmente de menores. Creo que las muertes de las guerras que hoy enfrentan en otras partes del mundo y las muertes provocadas por hambre, sobre todo en niños, son mucho más importantes que esas célebres muertes.
¿Qué hicieron por la humanidad? Diversión, entretenimiento. Estoy de acuerdo que la música es una de las cosas que mueven el mundo, pero ganar tanto dinero de una manera tan absurda y todo para unas cuentas personas individualistas, que quizás no hayan hecho algo por los demás, a excepción de parques de diversiones. Ayudarnos unos a otros ya no importa.
El viernes pasado, me arreglé para salir, llegué al cuarto de mi mamá para avisar que ya me iba; eran las 6:30 pm. Me preguntó que porqué tan temprano, le dije que iba a la despedida del amigo de un amigo mío, que se iba a Canadá. Me preguntó de nuevo, porqué tan temprano, Le contesté: mamá voy a ayudar en lo que se necesite. Lo que se desencadenó gracias a esa respuesta fue fatal. En conclusión: estoy mal, por llegar temprano a ayudar a organizar una fiesta, una despedida a un amigo. Estoy en lo incorrecto, no puedo hacer lo que quiera en la vida. No puedo, sólo no puedo. Sin ninguna explicación coherente y racional, le dije a mi madre que no era posible que a su edad, siguiera pensando como piensa. Inmadurez maternal. Después de eso, me persiguió por las escaleras con un cinturón que agarró rápidamente de su cuarto, yo corrí hacia abajo, pero por el miedo que me causaba estar en las escaleras y que mi mamá me diera un doloroso latigazo en el cuerpo o en la cabeza desde arriba me congelé llena de miedo en una esquina de las escaleras. Dobló el cinturón, me alcanzó y lo único que pude decir fue: si quieres pégame. Siempre me echa la culpa de todo, que si ella es así por mi culpa, que es mi culpa que hablen mal de ella, que es mi culpa hacerla sufrir haciendo las cosas que hago. Que digo que ella es lo peor y que la odio. Le dije: entonces pégame para que se te quite el coraje. Me sorprendió mucho lo que me dijo: ¡mejor pégame tú!
¿Y yo por qué?
Porque soy tu madre, porque soy lo peor, porque eres infeliz. jajajjaajajajajajajaj
Qué cosas saca. Tiene problemas, y no quiere aceptarlo.
Vivo en un mundo, en el que decir la verdad y lo que siento, es irse al infierno.
Todos estamos locos. Michael Jackson me caía mejor cuando era negro, aún así no debería tener tanta importancia la muerte de un personaje popular que poseía millones de dólares, y que era acusado de abusar sexualmente de menores. Creo que las muertes de las guerras que hoy enfrentan en otras partes del mundo y las muertes provocadas por hambre, sobre todo en niños, son mucho más importantes que esas célebres muertes.
¿Qué hicieron por la humanidad? Diversión, entretenimiento. Estoy de acuerdo que la música es una de las cosas que mueven el mundo, pero ganar tanto dinero de una manera tan absurda y todo para unas cuentas personas individualistas, que quizás no hayan hecho algo por los demás, a excepción de parques de diversiones. Ayudarnos unos a otros ya no importa.
El viernes pasado, me arreglé para salir, llegué al cuarto de mi mamá para avisar que ya me iba; eran las 6:30 pm. Me preguntó que porqué tan temprano, le dije que iba a la despedida del amigo de un amigo mío, que se iba a Canadá. Me preguntó de nuevo, porqué tan temprano, Le contesté: mamá voy a ayudar en lo que se necesite. Lo que se desencadenó gracias a esa respuesta fue fatal. En conclusión: estoy mal, por llegar temprano a ayudar a organizar una fiesta, una despedida a un amigo. Estoy en lo incorrecto, no puedo hacer lo que quiera en la vida. No puedo, sólo no puedo. Sin ninguna explicación coherente y racional, le dije a mi madre que no era posible que a su edad, siguiera pensando como piensa. Inmadurez maternal. Después de eso, me persiguió por las escaleras con un cinturón que agarró rápidamente de su cuarto, yo corrí hacia abajo, pero por el miedo que me causaba estar en las escaleras y que mi mamá me diera un doloroso latigazo en el cuerpo o en la cabeza desde arriba me congelé llena de miedo en una esquina de las escaleras. Dobló el cinturón, me alcanzó y lo único que pude decir fue: si quieres pégame. Siempre me echa la culpa de todo, que si ella es así por mi culpa, que es mi culpa que hablen mal de ella, que es mi culpa hacerla sufrir haciendo las cosas que hago. Que digo que ella es lo peor y que la odio. Le dije: entonces pégame para que se te quite el coraje. Me sorprendió mucho lo que me dijo: ¡mejor pégame tú!
¿Y yo por qué?
Porque soy tu madre, porque soy lo peor, porque eres infeliz. jajajjaajajajajajajaj
Qué cosas saca. Tiene problemas, y no quiere aceptarlo.
Vivo en un mundo, en el que decir la verdad y lo que siento, es irse al infierno.
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