sábado, 20 de marzo de 2010

Estaba a punto de ir a Francia. Mi hermano ya había convencido a mi padre de ya irnos, y dejarnos todo pagado. Ya le había firmado los papeles. Todo iba a la perfeción. Jamás en mi vida me había llevado tan bien con mi hermano como para que me dejara acompañarlo a Francia. ¡A Francia! Dios mio santo, uno de mis mayores sueños se estaba cumpliendo.
Estábamos los tres sentados, nosotros dos frente a nuestro padre. Le pedí la vieja cámara análoga que siempre quise y jamás me cedió. Me dijo que me la daría inmediatamente, pero que uno de sus hijos (mis medios hermanos) debían tenerla. Le pregunté si podría llegar a conocerlos, nunca los he visto. Regresando al tema, mi padre ya estaba cediendo todo para que mi hermano y yo nos fuéramos inmediatamente a Francia. ¡A Francia!
¡Ya! Ya estábamos levantándonos de nuestras sillas para así despedirnos de papá, cuando en eso algún chillón sonido retumba en mis oídos. No lo puedo creer. NO LO PUEDO CREER.
Era un mensaje, un puto mensaje de mi acosador ex novio.
Siempre chingando en los mejores momentos, jajaja siempre.
Puedo decir, que un día estuve a punto de ir a Francia. ¡A Francia!

jueves, 18 de marzo de 2010

¿Cómo es posible?, la relatividad del tiempo en las últimas décadas han sido revolucionarias, devastadoras y progresistas. Cada vez más la ironía reina intrínsicamente la vida. O mi vida. No lo sé, sólo sé que cada día que pasa, pienso en la ironía, cada día que pasa, amo la ironía.
Es la salsa de la vida, ¡qué sabrozura!
jajaja ese comentario fue demasiado. Volviendo al punto, quiero decir que desde un análisis cronológico a través de las décadas, sobre los avances tanto tecnológicos como sociales, podremos percatarnos sobre los constantes y frecuentes cambios que podemos presenciar. Devastaciones, revueltas, política, drama, cambios climáticos, el acercamiento a profecías del 2012 y las variantes teorías al respectos, descubrimientos, avances etimológicos constantes, etc.
Antes, no era muy común que en periódos de poco tiempo hubiesen tantos cambios, tan drásticos, tan extremos. Ahora el umbral de sorpresa cada vez se va reduciendo.
La ciencia ficción de épocas pasadas, cada vez más se vuelven realidad.
¿Acaso seremos afortunados por presencias todos estos cambios? ¿Acaso nos importa?

miércoles, 17 de marzo de 2010

Soy una descarada, desvergonzada, una malcriada. Sólo cuando estoy sola. Cuando hay compañía, sólo puedo limitarme a ser vulgar con las palabras y algunos gestos como apoyo visual; hay que guardar algo de compostura.
Cuando estoy sola, no hay quien me ponga en mi lugar. Debería haber alguien, no deberían dejarme sola, haciendo y deshaciendo.
Soy una descarada por que cuando me llega la necesidad de ir al baño, antes de llegar a él, siempre me bajo los pantalones para dejar ver mi desnudo cuerpo pasando a lado de la ventana más grande de mi casa, donde se sabe, es una de las más transitadas de la colonia.
Hago todo esto para jugar con el destino, haber quién me cacha, haber quién se atreve a verme, haber si se puede tantear con la gente. Haber si el destino manda alguien en el momento justo.
Debería, pero nunca pasa nada. Nunca y siempre son palabras de mucho poder, pero de poca predictibilidad.
¿Qué pasará el día en qué alguien descubra mi avergonzante secreto? ¿Qué cosas pasaran por mi mente? ¿Qué extrañas sensaciones experimentará mi sistema nervioso?
Me merezco más que eso.